miércoles, 30 de enero de 2008


Cumplo cuatro años. Lo de añitos ya no me gusta porque soy mediana. Ignacio es mayor, Viole es pequeña y yo, que me miro en el espejo, mediana. Mamá y papá me tuvieron porque querían una hermanita para Ignacio. Lo sé porque Ignacio lo ha preguntado. Así que a mí me regalaron a Violeta. No sé si a Violeta le regalarán un hermanito pero dice papá que sería el cuento de nunca acabar, porque a cada hermanito habría que darle su regalo ... y claro, ¿claro?. Mamá dice que no, que en realidad me tuvieron porque siempre deseó tener una niña tan buena, lista y bonita como yo. Sí.

Ahora leemos muchos más cuentos. Papá me cuenta el cuento de los ratones y el cuento de Tristan despues de leer la cartilla. Un día papá se enfadó conmigo porque yo no quería ponerme el pijama. A veces a papá se le olvida que soy mediana y que tengo mis malos momentos. Se enfada porque se cree que soy como Ignacio, mayor, y yo sólo soy mediana. No me puse el pijama porque siempre es divertido saltar en la cama nueva; ver como papá sube y baja , sin moverse. El caso es que se enfadó y me dijo que no iba a leer el cuento de Tristán ... así que se lo leí yo. A papá se le abrieron mucho los ojos y la boca porque entendió que me había aprendido el cuento de memoria. Es verdad, me gusta aprender los cuentos de memoria. Mamá y papá los cuentan muy bien y a mi me gusta contarlos como ellos, sobre todo cuando el monstruo agarra de un zarpazo a Tristán, ¡chas!, así, con la manita.


También me gusta pintar. Dice mamá que lo hago muy bien. En el cole he aprendido a pintar sin salirme. En casa mamá me ayuda. Mientras Ignacio hace sus actividades mamá me enseña a pintar otros dibujos difíciles. Violeta no sabe pintar tan bien como yo porque es pequeña. Los medianos pintamos con muchos colores sin salirnos; no manchamos la mesa , bueno, a veces sí, pero es sin querer. También me gusta bailar dando vueltas como Yun, la amiga de Cuinci y Leo, el hermanito de Ani. Es que también me gusta ver la tele. Dice papá que a veces es interesante y mamá que es un recurso educativo ... un palabro de la LOGSE, al parecer. El caso es que me gustan los Litelenisteins con la música, los cuadros, el arte, las misiones y las cosas tan bonitas que ven cuando vuelan con Nave; sin temor, el mundo alrededor. Hay malos. Sí, todavía no sé lo que es una mentira porque soy mediana, pero sí se distinguir a los malos porque son los que hacen llorar a los que me gustan, los buenos, los simpáticos. Buenos, malos y regulines. Dice papa que cuando pego a Viole no me porto bien, que soy regulina ... no lo entiendo, ¿soy buena o regulina? Dice mamá que soy buena pero que incluso los buenos a veces se portan mal y que cuando se portan mal mucho y muchas veces al final se hacen malos, como gran reactor o como Garfio, que es muuuuuy malo. Así que yo me porto bien casi todo el rato porque tengo buen corazón, mi madera no es tan retorcida como la que se figuraba Kant, dice papá.

Pero lo que más me gusta es que mamá y papito me cojan en brazos y me besen, cada uno en una lado de la cara. Me gusta que papá y mamá sean novios. Dice Ignacio que son novios porque querían tener hijos y que se quieren mucho porque así se tienen los niños. Me gusta cuando ponen la música muy alto y todos bailamos. El burrito sabanero es la que más me gusta porque la aprendí en la fiesta del cole. Mi primera fiesta del cole. Mi primer año de cole. Tengo muchos amiguitos y mi seño es muy buena así que el cole me gusta ... ojalá Ignacio estuviera en mi clase, pero es que mi clase es de medianos y él es mayor. El caso es que me gusta. Mamá nos recoje todos los días y vamos a comer a casita, luego jugamos con los famobil y con otros muñequitos. Los pongo en fila, delate de la casa y les canto canciones, les digo que tienen que portarse bien mientras hago las actividades porque si no, no les meteré en la bañera conmigo y sé que eso les pone tristes. Si no te portas bien te pondrás triste. Sí.

Un año más de amor en mi pequeña vida. Dice papá que tengo una gran memoria, que es normal en los niños medianos como yo y que le gustaría mucho que esta cabecita mía guardara todos los buenos recuerdos que él y mamá quieren darme cada día. Para que yo recuerde, cuando sea mayor, más aún que Ignacio ahora, que el mejor regalo no se recibe el día de tu cumpleaños. Eso, que mis papitos cada día lo hacen una fiesta.